La tecnología ha avanzado mucho en los últimos años. Las cámaras de vigilancia analógicas 
han ido dejando hueco a las digitales, evidentemente más sofisticadas. Sin embargo, eso no significa que las tradicionales hayan dejado de ser útiles, en absoluto.
Las cámaras de vigilancia analógicas siguen prestando un magnífico servicio en infinidad de situaciones y de espacios. Porque la investigación ha hecho que sean también más fiables y que la calidad de imagen que ofrecen sea cada vez mejor, más nítida. Por lo tanto, la decisión de instalar un tipo u otro de cámara dependerá más de las necesidades y del tipo de localización que de otro aspecto.
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Cámaras de vigilancia: siempre conectadas
Hay que tener en cuenta que las cámaras de vigilancia con señal de vídeo analógica se pueden conectar directamente a cualquier tipo de monitor o de aparato de grabación y se pueden ver a través de Internet. Son, por ello, altamente fiables y su instalación aconsejable tanto a nivel doméstico como en instalaciones comerciales, industriales o de cualquier otro tipo.
Otro aspecto que las hace muy atractivas es que hay infinidad de modelos de cámaras analógicas y que las casas especializadas que las fabrican lo hacen ofreciendo las mayores garantías. Garantías tanto si se trata de aparatos para grabar exclusivamente de día como si lo que se necesita es que realicen su trabajo fundamentalmente de noche o en condiciones de luz límite. Es más, este tipo de cámaras trabajan muy bien cuando las condiciones de iluminación no son buenas.
También hay cámaras analógicas capaces de ofrecer imagen a color, o de pequeñas dimensiones para poder instalarse prácticamente en cualquier rincón. Y no hay que olvidar que son sensiblemente más económicas que las cámaras IP.
Elegir la mejor cámara de vigilancia
Siempre, la primera intención será decantarse por una cámara digital. Pero en ocasiones conviene analizar previamente las condiciones del lugar en el que se va a instalar y el uso que de ella se va a hacer. Es posible que en determinadas circunstancias no sea necesario realizar un desembolso superior para instalar un equipo de elevadísimas prestaciones cuando en realidad con uno más sencillo, los requerimientos de seguridad igual estarán perfectamente cubiertos, como puede ser el caso de una urbanización privada que cuente con vigilante de seguridad.
Por lo tanto, conviene no dejarse llevar por las primeras impresiones a la hora de elegir el equipo de vigilancia que realmente nos será más útil. Siempre el mejor consejo es dejarse orientar por expertos. Son ellos quienes, tras valorar lo que demandamos mejor pueden indicarnos el equipo que nos ofrecerá exactamente lo que necesitamos. No hay que olvidar que en cuestión de cámaras de vigilancia hay mucho donde elegir y a veces un pequeño detalle puede marcar la diferencia.
