La seguridad es un requisito imprescindible en empresas, pero también en hogares. Poder controlar lo que ocurre en todo momento en nuestro negocio o en nuestra casa cuando no estamos en ellos, es fundamental para sentirse protegido y evitar actos delictivos. Las cámaras de vigilancia cubren con creces esta necesidad, ya que cada vez son más completas, sofisticadas y ofrecen mayores prestaciones.
Las investigaciones han avanzado hasta conseguir que podamos controlar en imagen lo que ocurre a una larga distancia. No importa que estemos a kilómetros de casa, con una conexión a internet, podremos recibir las imágenes de las videocámaras que tengamos instaladas.
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Cámaras de vigilancia IP
La tecnología IP es la que permite que se pueda ver en vídeo la imagen que recogen las cámaras situadas en otro emplazamiento. Las ventajas son muchas y muy atractivas tanto a nivel empresarial como doméstico:
- En primer lugar, permite visualizar el inmueble incluso si estamos a centenares de kilómetros y permite hacerlo en tiempo real, de modo que, ante una sospecha de que está ocurriendo algo extraño, se puede alertar a la policía de inmediato.
- En segundo lugar, no solo facilitan ver lo que ocurre, sino que es posible hacerlo desde un ordenador o incluso cualquier otro dispositivo electrónico como puede ser una tablet o un smartphone.
- En tercer lugar, además de ver, se pueden almacenar las imágenes en discos duro que permiten almacenar una ingente cantidad de información.
- Se trata de un sistema muy económico, no hace falta una infraestructura complicada ni costosa para poder tener cámaras de vigilancia por internet.
- Las cámaras se pueden situar prácticamente en cualquier sitio, ya que pueden conectarse mediante módem o conexiones inalámbricas.
Usos de las cámaras en labores de vigilancia y protección
La utilización de cámaras de vigilancia se ha extendido de manera considerable y hoy su uso es muy común en diferentes situaciones y circunstancias:
- En comercios para evitar robos, hurtos.
- En instituciones educativas para controlar zonas comunes como pasillos, gimnasios o pistas deportivas, garantizando así la seguridad de los alumnos en todo momento.
- En hospitales y centros de investigación para evitar el acceso de personas no autorizadas a áreas especialmente sensibles.
- En espacios abiertos públicos para controlar la afluencia de personas y la seguridad en momentos determinados.
- En empresas para vigilar zonas de producción sensible o para garantizar la seguridad de los trabajadores.
- En viviendas para reforzar la seguridad y evitar robos o asaltos.
Y aún hay otros muchos posibles usos de las cámaras de vigilancia, tantos que realmente se ha convertido en un elemento que a nadie extraña ni asusta. Desde ascensores a estaciones de metro o centros comerciales, podemos verlas en casi cualquier sitio.