Un Control de Accesos Biométrico es una de las tecnologías más seguras y efectivas para vigilar las entradas a un recinto. Aún así, antes de efectuar una compra deberá informarse sobre cómo funcionan este tipo de aparatos.
Cuando hablamos de biometría nos referimos a la medición precisa y exacta de los datos biológicos de una persona, como los rasgos de la cara, voz, retina, huellas dactilares, composición corporal, ADN, patrones de venas, flujos sanguíneos…
Esto hace que las soluciones de acceso biométrico sean mucho más seguras y efectivas que otras tecnologías de control de entrada (como paso por tarjeta o con clave numérica) ya que las características corporales de una persona son únicas y no se pueden perder, copiar ni robar.
Así, por medio de un software, el Control de Accesos toma una imagen de cualquier parte del cuerpo, por ejemplo, la huella dactilar, para después tomar medidas milimétricas de cada parte de la misma: curvas, crestas y valles, ángulos, formas…
A continuación, el sistema pasará a guardar estos datos (no la imagen de la huella) y a encriptarlos con una regla matemática para que nadie pueda acceder a los mismos.
Aparte, habrá que programar la autorización o denegación del acceso de cada usuario y coordinar el control de accesos con las alarmas(si las hay). También puede ser necesario instalar un segundo Control de Accesos (integrado con el primero) en puertas especiales interiores que requieran de una mayor seguridad (almacenes, laboratorios…). En algunos sistemas más avanzados esta tarea se puede realizar automáticamente.
Table of Contents
Infraestructura de un Control de Accesos
Servidor del Control de Accesos
Cables para Control de Accesos