Hay lugares en los que el acceso de personas debe estar estrechamente vigilado, donde las medidas de seguridad deben ser extremas y donde los sistemas de control de accesos deben ser los más sofisticados del momento. Hay que tener en cuenta que algunos sistemas pueden ser burlados con cierta facilidad, pero que otros son altamente fiables.
En empresas que manejan sustancias peligrosas, en laboratorios de investigación, en centros de desarrollo, en lugares donde se almacenan armas o explosivos o en infinidad de instituciones públicas que guardan información sensible, es necesario garantizar que solo accedan personas autorizadas. La vigilancia personal puede ser una medida eficaz, pero no siempre es suficiente, por eso los controles de acceso con huella digital son imprescindibles en ciertas circunstancias.
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Control de accesos mediante datos biométricos
Los sistemas de control de accesos se han ido haciendo cada vez más sofisticados y hoy en día los que utilizan como clave la huella digital son de los más fiables. Los son porque una tarjeta se puede dar a otra persona, una clave se puede perder u olvidar, pero la huella digital se lleva siempre, y, además, es única. No hay mejor modo de distinción que ese.
Además, se trata de un método de acceso muy rápido, en el que la persona apenas tiene que detenerse. Y lo más importante, es inviolable, es imposible que alguien pueda suplantar nuestra identidad. Por otra parte, para mayor fiabilidad, se puede combinar con los sistemas más tradicionales de clave o de tarjeta. Hay recintos en los que cualquier medida de seguridad parece insuficiente y los sistemas de control de accesos intentan satisfacer las demandas más exigentes.
Por otra parte, estos sistemas permiten almacenar miles de datos de las personas autorizadas y los registros de sus entradas y salidas, con los que su utilidad es, si cabe, mucho mayor, ya que permiten registrar horario o movimientos.
Control de accesos en centros de ocio
Más por rapidez y por evitar la picaresca que por seguridad, los sistemas de control de accesos con huella digital han comenzado a extenderse en otro tipo de situaciones y de recintos: en lugares dedicados al ocio. Empieza a ser ya habitual verlos en aquellas instalaciones a las que se accede con entrada para varios días. La huella permite comprobar que la persona que accede es, efectivamente, la que compró la entrada y no otra.
Los sistemas de control de accesos mediante datos biométricos empiezan a ser, así, moneda común en todo tipo de instalaciones. Unas veces por seguridad y otras por comodidad o por simple agilidad, pero lo cierto es que son siempre eficientes, sea lo que sea lo que se pretenda con ellos.
Redactado por Javier Romero